AGUSTINO TLEMU: ESTA ES MI HISTORIA

Agustino

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Me llamo Agustino Tlemu. Nací en 1994. Nuestra casa está en Gongali, Karatu.

En mi familia éramos tres hermanos, entre los que yo era el segundo. La primera fue una chica que murió de neumonía. Después de la muerte de nuestra hermana, nos quedamos sólo dos hermanos en casa, yo y mi hermano pequeño. Vivíamos con nuestros padres. Después de un tiempo mis padres se separaron y a nosotros nos enviaron a vivir con nuestro abuelo. Más tarde mi padre murió.
Después de la muerte de mi padre, mi madre se casó de nuevo. Un día nuestra madre vino a recogernos y enviarnos a vivir con nuestro padre adoptivo.
Vivimos poco con él, en torno a dos años. Yo volví a mi primera escuela y estudié un año para después empezar el primer curso de primaria en la escuela de Shangit en Bassadawish. Estudié hasta el tercer curso de Educación Primaria. Al final del tercer curso, hice los exámenes para empezar el cuarto curso, pero tuve que abandonar la escuela.
Dejar la escuela fue perder la necesidad de la misma. Mi absentismo fue debido a mi padre adoptivo. Ese hombre bebía alcohol local (pombe). Cuando bebía alcohol, al llegar a casa nos molestaba y comenzaba a decirnos que nos fuéramos de su casa. Incluso de madrugada nos echaba a mí y a mi madre a dormir con los vecinos. Por la mañana cuando regresaba a casa me preguntaba: “¿Con quién dormiste?” Si le decía que dormí con cierto vecino, mi padre adoptivo le perseguía y al siguiente día se terminaba peleando con mi madre.
Una vez que mi madre volvió de casa de su familia yo solía cocinar para los hijos de aquel hombre ya que en ese momento mi hermano pequeño ya había muerto. Solía hacer el trabajo de casa como recoger agua, lavar la ropa y cocinar.
Un día me retrasé en coger agua y me pegó. Ese día me escapé de casa. Me fui a casa de mi tía paterna. Cuando vivía con ella la ayudaba a cuidar de sus vacas. Un día vino mi madre y me cogió para volver a casa de mi padre adoptivo. Por aquellos días, mi madre y mi padre adoptivo se entendían y yo quería volver a la escuela pero era imposible hacerlo porque la abandoné hacía mucho tiempo. Vivimos allí un mes aproximadamente en el que nos solía echar de casa a mi madre y a mí. A menudo le decía a mi madre: “No quiero a niños que no sean míos en mi casa, así que márchate con tu hijo”.
Yo me escapaba cuando pegaba a mi madre. Si era muy de noche, dormía con mi tía. Por la mañana engañaba a mi tía con que iba a casa de mi padre adoptivo y comencé a escaparme para ir a la ciudad.
Un día que llegué a la ciudad había una mujer que me compró la comida. Era una mujer que vendía comida por la noche en un quiosco de la calle. Empecé a quedarme en su casa y después de seis meses escuché acerca de un centro que acogía a niños provenientes de situaciones difíciles y empecé a unirme a ellos. Al principio dormíamos en la iglesia.
Un día, el cura que nos acogía consiguió una habitación para dormir por la noche hasta el amanecer y después nos íbamos a buscar comida. Yo iba a buscar a aquella mujer que me daba la comida del mediodía y de la noche. Después volvía al Centro para dormir. Al cabo de un tiempo de dormir allí, nos empezaron a dar el desayuno y los sábados y domingos la comida. Por aquel entonces dormíamos en una estera en un cuarto. Después nos trasladamos a otra casa donde había camas, colchones, mantas y sábanas. Comenzamos a leer en el mismo Centro y yo comencé a estudiar tercer curso de Primaria e hice el examen nacional de ingreso en el colegio público de Endoro. Ahora acabo de terminar la escuela primaria y continúo los estudios de secundaria.
Le agradezco al Centro de Mwema por ayudarme a estudiar en la escuela.

Agustino Tlemu

 

 

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