JOHN AMMI: ESTA ES MI HISTORIA

John Ammi y Cristina García

 

Me llamo John Ammi y nací el 4 de Octubre de 1994 en el pueblo de Kweramush, Distrito de Mbulu, en la región de Manyara. Solía vivir con mi abuela y mis tíos, siendo la primera mi cuidadora todo el tiempo. Mi abuela me contó que mi madre me abandonó con tres meses y todavía no se sabe nada de dónde está. Mi abuela fue quién tomó la responsabilidad de cuidarme. Cuando le pregunto a mi abuela sobre mi padre me dice que no sabe nada de él, que no lo conoce y que lo que escuchó es que está muerto, y por ello me llaman por el nombre de mi madre, Ammi. Mi abuela es la que me cuidó hasta que comencé la educación primaria en el 2002, llegando hasta sexto curso, pero luego no pude continuar porque me faltaban los materiales necesarios, incluyendo la comida.

A partir de 2006 todos mis tíos empezaron a casarse y finalmente yo continué viviendo solo en casa. Mi abuela era muy mayor y no tenía dinero para ayudarme en mis estudios. Recuerdo que a menudo no disponía del uniforme escolar y otros materiales necesarios y en consecuencia solían expulsarme del colegio. Finalmente decidí iniciarme en agricultura. Después de un tiempo decidí ir a la ciudad a buscar algo de dinero y le pregunté a mi abuela por ello; me dio su consentimiento para hacerlo. Vine a Karatu esperando encontrar algo de dinero que hiciera mi vida más fácil.

Cuando llegué a Karatu comencé a buscar un trabajo en la calle. Un día oí que había una Organización que ayudaba a los niños que venía de una vida muy dura. Hablé de nuevo con mi abuela y juntos fuimos a Mwema donde me aceptaron en el sistema educativo de Memkwa. Mi abuela me encontró un lugar donde estar con una mujer en Karatu. Seis días después de conseguir plaza, mi abuela decidió volver a Mbulu. Un tiempo después, empecé a sufrir de nuevo con la mujer con la que vivía. Bebía mucho y cuando volvía a casa abusaba de mí. Un día me dejó fuera de casa y tuve que pasar la noche a la intemperie. Esto ocurría repetidamente, terminé por cansarme y decidí vivir y dormir en la calle.

Finalmente, fui a hablar con Elisante acerca de los problemas que tenía, él entendió mi situación y me aceptó en el centro residencial y allí es donde empecé a sentirme feliz y pude continuar de nuevo con mis estudios.

 

John Ammi

 

 

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